A través de las nuevas tecnologías y acceso a internet, los menores tienen entre sus manos un factor de riesgo frente a posibles adicciones, ¿cómo podemos prevenir y detectarlas? Hay que establecer pautas de uso y tiempo consensuadas entre los adultos y los niños/as.
Nos encontramos en plenas vacaciones de Navidad en España y también en muchos otros países. Estos días los más pequeños de la casa no tienen que ir a clase. Todos sabemos que es una época magnífica para descansar, disfrutar en familia y coger fuerzas para el nuevo trimestre. Pero esta tranquilidad y convivencia parece que se complica con la aparición de los smartphones, tablets, pc’s, videojuegos. Cada vez más los niños y adolescentes sustituyen las nuevas tecnologías en su lista de deseos de navidad por otros juegos e incluso por el parque y por reunirse con los amigos. Cada navidad parece más común que los más jóvenes se aíslen en compañía de sus dispositivos tecnológicos y de sus redes sociales.
Es un tema que está en la calle, cada vez más presente en nuestras casas, en nuestras familias, en las aulas y por tanto en la sociedad. Está casi en todos los lugares allí donde miremos, sobre todo en estas fechas de navidad, de compras y regalos.
Lo fundamental, queremos reiterar en esto, es que los adultos tengan información y formación para poder transmitirla a los más vulnerables en este caso, los menores. También tenemos que ser conscientes que la mejor prevención es la que permanece implícita en nuestra forma de actuar. Por ello debemos ser ejemplo de buenas conductas relacionadas con el uso de las nuevas tecnologías e internet.
Es muy probable que andando levantemos la vista y veamos a alguien con un teléfono en sus manos, seguramente tampoco nos cueste mucho tiempo o muchos metros ver a un menor de edad manejando con soltura su smartphone. Pero, ¿sabemos que tienen entre sus manos algo más que un teléfono, algo más que un juguete?.
A través de las nuevas tecnologías y de los dispositivos con acceso a internet también tenemos y lo que es más importante, los menores tienen entre sus manos, un factor de riesgo frente a posibles adicciones, tienen acceso directo a contenidos de violencia, sexismo, racismo, etc,. Son una vía demasiado rápida para el ciberbullying o para el grooming. ¿Sabemos que a través de sus manos van creando una identidad digital y dejando también una huella en ocasiones imposible de eliminar? Hay un largo etcétera de términos y situaciones asociadas a las nuevas tecnologías que van apareciendo y evolucionando demasiado rápido. Durante este verano fuimos hablando de ellos y cómo podemos prevenir y detectarlos tempranamente en los menores con díde.
La mejor prevención es la que permanece implícita en nuestra forma de actuar. Seamos ejemplo de buenas conductas relacionadas con el uso de internet y nuevas tecnologías
El uso de internet, videojuegos, redes sociales, es hoy, en el mundo occidental y más aún durante la navidad, algo casi tan habitual como los semáforos en las calles. Interioricemos su importancia, conozcamos las señales de alarma, los usos adecuados y arriesgados y hagámoslo llegar a los menores de forma cotidiana, natural, sin que suponga un tabú en la relación con nuestros hijos.
Este tema nos preocupa sobre todo a las personas que estamos vinculadas a la infancia, juventud y a la educación, pero cada vez más todas las personas son conscientes de su importancia y pueden ver las consecuencias a su alrededor. El mal uso, las adicciones o peligros que entrañan las nuevas tecnologías deben ser tan visibles y obvias como lo son, por ejemplo, los peligros del tráfico. Expliquemos a los más pequeños también por qué no deben cruzar ciertos límites en la red o con sus dispositivos electrónicos al igual que no deben cruzar la vía al estar el semáforo en ambar o rojo.
Algunos datos y consejos de uso de las nuevas tecnologías.
Por la calle como decíamos no nos costará mucho encontrar a un niño con un smartphone ya que el 64,4% de los niños de entre 10 y 15 años y el 69,8% de las niñas de esta edad dispone de teléfono móvil (Instituto Nacional de Estadística La edad media de acceso al primer móvil se sitúa en los 11,2 años (Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO) y France Telecom España (Orange), 2011). Respecto a la edad mínima legal para tener una cuenta en redes sociales a su nombre es de 14 años en España. Lo que hacen muchos preadolescentes es mentir y tener esas cuentas ajenas a sus padres y a la propia red social en la que modifican su fecha de nacimiento. Como recomendación, los menores de 10 años no deberían tener acceso a internet estando solos. Entre los 10 y los 14 años pueden acceder a internet según un horario y unas normas en casa, normas muy relacionadas con la convivencia, la confianza, la comunicación, etc,. A partir de los 14 años nuestra recomendación es que se deben establecer normas muy claras de uso de la red social que utilicen, ya que son libres de utilizarla, pero siguiendo la línea de concienciación y hablando abiertamente sobre los riesgos y los beneficios. Con esta serie de medidas estamos desarrollando una prevención implícita, a la vez que afianzamos las relaciones con los más pequeños y jóvenes gracias a la confianza, la comunicación, el conocimiento, el respeto, etc. Recordamos algunas de las pautas díde a tener en cuenta durante estas navidades. Ser un buen ejemplo de comunicación real y efectiva es básico para que los niños y jóvenes se comuniquen y desarrollen personalmente, por ello los siguientes puntos son muy importantes: La implicación y observación de las familia y profesores junto con díde, hace posible que podamos prevenir, detectar o descartar situaciones de adicción a nuevas tecnologías, baja autoestima o ciberbullying. ¿Por qué esperar? La importancia de la prevención.
¿Qué debemos tener en cuenta para el buen uso de las nuevas tecnologías e internet?
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