Educando para vivir en paz y sin violencia

Educando para vivir en paz y sin violencia

Para educar en la no violencia y la paz, demuestra a tus hijos todo tu cariño. Los padres deben ser los principales maestros en enseñar y practicar las habilidades sociales que harán de sus hijos personas emocionalmente sanas e inteligentes.

Tal día como hoy 30 de enero, queremos conmemorar la fecha en que se celebra el DENIP, ¿no te suena esta palabra? Sigue leyendo porque estas letras y esta fecha no son aleatorias, se eligieron para conmemorar a una de las personas más influyentes del siglo XX. El 30 de enero de 1948 es la fecha en la que el mundo dijo adiós a Mahatma Gandhi.

¿Quién propuso este día?

María Montessori que vivió las dos Guerras Mundiales y la Guerra Civil Española, se vio afectada de manera tan profunda que estas vivencias unidas a su inmensa confianza en el potencial de los niños le hicieron emplear todas sus energías en divulgar la importancia de trabajar para la paz desde la educación.

«Si la ayuda y la salvación han de llegar, sólo puede ser a través de los niños. Porque los niños son los creadores de la humanidad» (Educación y Paz, María Montessori)

Llorenç Vidal Vidal, poeta mallorquín y educador pacifista, la estableció en el año 1964 por primera vez como el Día Escolar de la No-violencia y la Paz (DENIP).

Desde el año 1993 la UNESCO la señaló como fecha en su calendario oficial y en la actualidad se celebra en multitud de países.

Muchas personas que se dedican a la educación consideran esta fecha punto de partida de los actuales proyectos e iniciativas que no entienden la educación sin paz ni la paz sin educación.

Los padres y los familiares podemos hacer grandes cosas por nuestros hijos con pequeños gestos cotidianos.

Cada día más destacan las noticias sobre la violencia en los colegios, la indefensión de los profesores y de los propios niños.

Aprender a decirles “No” desde pequeños va a ayudar a tolerar la frustración ante futuras negativas.

Cuanto antes aprendan que el mundo no está hecho a su medida, más felices van a ser, aprendiendo a adaptarse y gestionando mejor los recursos con los que cuenten en cada momento.

Debemos dialogar con ellos desde las primeras etapas de la infancia. Pero dialogar va más allá del “¿qué has hecho hoy en el cole? ¿Con quién has jugado en el recreo?” Supone compartir; yo te cuento, tú me cuentas, libremente y sin interrogatorios. Tiene que haber un intercambio de opiniones, de experiencias mutuas. Conocer a los niños y poder hablar con ellos, sin duda, puede prevenir muchas problemáticas durante su crecimiento. Existen herramientas para padres que ayudan a conocer mejor a sus hijos.

Algunas orientaciones más concretas para prevenir y gestionar conductas violentas

  • Evita que tenga referentes de conducta y modelos de respuesta agresiva o que induzcan a la violencia. Mediante la programación que ven, música que escuchan o juegos que utilizan se pueden estar introduciendo patrones de comportamiento y valores muy negativos, que debemos controlar y conocer.
  • Eres su ejemplo, así que mantén la calma ante situaciones de nervios o estrés.
  • La disponibilidad y la escucha activa. Cuando los pequeños se acercan a los adultos para contarnos algo y se encuentran con un “espera, ahora no puedo atenderte, acabo esto y estoy contigo”, y se acostumbran a esta rutina, es difícil que hablen con nosotros y confíen para tratar problemas o dudas, más aún si se trata de un adolescente. Dialogar requiere de aprendizaje, tiempo e interés sincero.
  • A la mínima actuación violenta, ponle límites, hazle entender que no puede reaccionar de esa forma y ofrécele otros modelos y alternativas de respuesta mucho más positivos.
  • Utiliza la comunicación no verbal, ante situaciones de tensión o nervios a veces expresamos mucho más y mejor con nuestro silencio, con nuestro cuerpo, expresión facial y/o con gestos que invitan a relajarse. Ya que es fácil caer en verbalizar muchas cosas de forma continua sin conseguir el objetivo que buscamos ni en nosotros mismos ni en el niño/a.
  • Proporcionarle actividad física y actividades que impliquen movimiento. Los niños y niñas tienen mucha energía por lo que es muy positivo que liberen parte de ella divirtiéndose con juegos o deportes. El juego en familia es muy positivo para relacionarse compartiendo valores de compañerismo y solidaridad. Aprendiendo a ganar y otras veces a perder, como en la vida misma.

Pero ante todo, para educar a los niños en la no violencia, debemos demostrar todo nuestro cariño de forma genuina para que crezcan felices y puedan repartir también felicidad.

El proyecto educativo díde del equipo de Educar y Aprender celebramos este día, DENIP, contagiándonos del espíritu de esos niños y niñas que hoy desde sus aulas escribirán los mejores deseos de paz para el mundo y colgarán en los muros de sus colegios los más bellos dibujos demostrando que la paz es un derecho que no entiende de fronteras, razas, religiones ni edades. Algo que debería ser obvio e inherente a todos los proyectos educativos, pero que hoy queremos recordar y valorar.

También queremos desde estas líneas reconocer y agradecer la labor de los profesores, educadores, directores, orientadores, monitores y demás profesionales de la educación que trabajan durante el día de hoy haciendo posible esta iniciativa y a diario educan y acompañan sus lecciones con valores de paz, no violencia, respeto, libertad, amor, tolerancia…¡Gracias!

Hoy en día parece difícil entender cómo esta conmemoración sigue siendo a la vez tan necesaria como utópica, ya que en pleno siglo XXI se siguen librando crueles guerras a no muchas millas de España y ya lo decía Miguel Hernández…

Tristes guerras

si no es amor la empresa.

Tristes. Tristes.

Tristes armas

si no son las palabras.

Tristes. Tristes

Eva Campos
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