Desde el año 2007 el 18 de Febrero se celebra el día internacional del Asperger

De los trastornos del espectro autista, el Síndrome de Asperger (S.A.), es de los más complejos de identificar, por su variabilidad y por la alta funcionalidad de muchos de los que lo padecen. La denominación la empleó por primera vez en 1981 Lorna Wing, recogiendo el trabajo realizado en 1943 por el psiquiatra y pediatra Hans Asperger, en cuyo honor le asignó su nombre. En la década de los cuarenta Leo Kanner describió el autismo infantil. El pleno reconocimiento del síndrome de Asperger como una entidad clínica se dio en la década de los 90 y fue incorporado en el DSM-IV en 1994.

Desde estudios epidemiológicos, con datos variables y estimación conservadora, se da una prevalencia del autismo de 1.3 por cada 1000 individuos y la prevalencia del Asperger es de 0.26 por cada 1000.

 

Lo más lamentable es que más de la mitad de los Asperger no vienen diagnosticados hasta la edad adulta.

 

Como sucede con los otros síndromes del espectro autista exceptuando el de Rett, el S.A. afecta más a varones que a mujeres. Las diferencias epidemiológicas son debidas a los diversos criterios diagnósticos. En un 65% de los casos con Asperger cursan con la comorbilidad de trastorno de ansiedad y trastorno depresivo mayor. Del mismo modo existe la confusión y muchos de los niños Asperger vienen diagnosticados TDAH. También se asocia con los tics, el síndrome de Tourette, trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo y trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad.

Los estudios neuroanatómicos complejos, extensos sobre la etiología del síndrome de Asperger todavía no son definitivos. Se observan factores genéticos.

A diferencia de lo que sucede con el autismo, donde se da el 70% de casos con un C.I. límite o por debajo, en el síndrome Asperger lo usual es una inteligencia normal, o por encima de la media sin por ello extenderse a la asociación S.A. con genialidad, si bien Asperger llamó a sus jóvenes pacientes “pequeños profesores”. El C.I. verbal habitualmente resulta superior al C.I. manipulativo, a no ser que las tareas verbales competan a la interacción social. Presentas estilos de procesamiento cognitivo alternativo particular, siendo singular la capacidad de observar y señalar detalles, los cuales se les escapan a las personas neurotípicas y frecuentemente habilidades especiales en ciertas áreas del procesamiento.

 

El Síndrome Asperger se caracteriza por la presencia de un conjunto de síntomas relacionados, y no por un único síntoma aislado

Encontramos la presencia de un deterioro cualitativo en la interacción social, patrones estereotipados y restringidos de comportamientos, actividades e intereses. Habitualmente buen desarrollo cognitivo, no suelen presentar retrasos en la adquisición del lenguaje y más bien pueden destacar en adquisición de conceptos. ​ Manifiestan interés persistente acerca de algún tema concreto, en el que además su dominio puede impresionar alcanzando un razonamiento refinado con gran concentración, actitud perfeccionista y memoria tenaz. Verborrea unidireccional, una restricción de la prosodia, motricidad torpe, tics. Ahora bien estos síntomas no son requisitos indispensables y excluyentes para que pueda realizarse el diagnóstico. ​

Partiendo de la premisa que el síndrome asperger se manifiesta de diversa forma en cada persona, sí comparten todos los casos:

  • Dificultades para la interacción social
  • Alteraciones de los patrones de comunicación verbal y no-verbal
  • Intereses restringidos, inflexibilidad cognitiva y comportamental
  • Dificultades para la abstracción de conceptos
  • Pérdida de percepción global en beneficio de los detalles
  • Interpretación literal del lenguaje
  • Dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación
  • Escasa o nula interpretación de los sentimientos y emociones ajenos y propios

 

Los problemas de socialización y de interpretación en la comunicación les generan aislamiento

No entienden el motivo de ser rechazados y se quedan perplejos y confundidos. En muchas ocasiones debido a su literalidad en la comprensión de las palabras, su incapacidad para reconocer las señales paralingüísticas  y sus salidas tangenciales y fuera de contexto, vienen valorados o como ingenuos y que no se enteran y en otras como pomposos, insolentes y arrogantes. Para ellos la “sinceridad” absoluta es lo normal y no calibran el impacto emocional.

En la etapa preadolescente y adolescente suelen ser objeto de marginación y acoso escolar, con padecimiento de cuadros de ansiedad, depresión, así como abandono escolar y conductas antisociales.

  • Desean hacer amigos/as sin saber cómo hacerlos y considerar amigos a meros compañeros que pueden abusar de ellos
  • Muestran comportamientos socialmente inadecuados
  • Tienen peculiaridades motrices y en su forma de expresarse
  • No entienden las reglas implícitas de los juegos y de las relaciones de grupo o sociales
  • Son ingenuos y crédulos (pueden ser engañados, inducidos a cometer acciones inapropiadas)
Esto los convierte en presa fácil del acoso escolar y es en la adolescencia (en la Secundaria Obligatoria) cuando este problema se agrava hasta alcanzar cotas dramáticas de sufrimiento e indefensión, máxime si tenemos en cuenta que las personas con Asperger pueden llevar años padeciendo en silencio e impunemente la burla, el desprecio, la exclusión social e incluso agresiones físicas sin saber o poder comunicarlo a sus padres o familias. (Confederación Asperger España)

 

En algo que convergen todos los expertos es que la base para la inclusión de los niños con Síndrome de Asperger es sin duda una detección temprana, que puede ser realizada ya en Infantil con cuatro años.

 

La labor de docentes, padres, profesionales de la pedagogía y de la psicología, médicos con el diagnóstico del síndrome y el conocimiento de la singularidad individual del menor afectado,  permite la interacción, la comunicación en una intervención exitosa que facilite al niño afectado un desarrollo psicoevolutivo maximizador de sus posibilidades.

 

Herramientas de detección temprana del Síndrome de Asperger

La herramienta dìde permite detectar, ya desde los dos años indicadores de riesgo, siendo más consistentes y fáciles de individuar los del síndrome de Kanner, como ya se ha indicado a lo largo de este artículo que los de Asperger, no obstante con la capacidad de reflejar marcadores significativos y a seguir, si persistiendo los mismos ya se requiriese la oportuna intervención multidisciplinar para llevar a cabo un diagnóstico y el conveniente tratamiento.

dìde ofrece unos sencillos cuestionarios a rellenar por los observadores y cuidadores en contacto con el menor, que gracias a la información que van a facilitar, interactuando todos los ámbitos del menor, pueden lograr tempranamente, la reconducción para que se lleve a cabo, si así se observa, el diagnóstico preciso por profesionales, permitiéndole al niño un desarrollo adecuado y satisfactorio.

 

mariposa efecto díde

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